HASTA hace unos años, los únicos rastros de los ancestros de la especie humana y de su extinta parentela eran huesos fósiles y algunos rudimentarios utensilios. Los descubrimientos más importantes están asociados con la hoy famosa barranca de Olduvai, Tanzania, y con la también famosa familia de antropólogos Leakey. Pero ya se cuenta con un nuevo rastro: a unos 40 kilómetros de Olduvai, en la misma Tanzania, el antropólogo inglés Andrés Hill descubrió las huellas de seis pisadas, dejadas por alguien que paseó por ahí hace más de 3 millones de años. ¿Cómo fue el individuo que las hizo? La respuesta no es tan elemental como lo hubiera pensado Holmes: el individuo caminaba erecto, de manera similar a como lo hacemos nosotros, pero al pisar cruzaba el pie derecho a la izquierda y el izquierdo a la derecha. Los sospechosos se reducen a dos: a un Homo, verdadero superabuelo de nosotros, y a un Australopitecus, pariente desgraciado que nunca llegó a mucho en su vida ni en su descendencia. En ...